lunes, 26 de marzo de 2012

Medianoche

Un "poema" un tanto personal...

Yo he visto, compañera,
como huye de tantas cosas, 
y a la vez de ninguna
la he visto, por ejemplo, 
huir de los autos y de los perros,
de la vulnerabilidad y del miedo,
del olor a muerte y del dinero.

Pero quisiera ofrecerle un trato,
sencillo y sincero
vayamos, compañera, al fin del mundo
pero vayamos despacio.

Y es que usted no sabe 
cuan seguido allí me encuentro
despojado de todo en un momento
alejado de los desagradable.

Pero vayamos entonces 
-y es que allí no hay nada-
ni autos, ni perros,
ni vulnerabilidad, ni miedo,
ni muerte, ni dinero.

Sencillamente se está solo
sólo con los recuerdos
y podremos, si así lo quieres,
encender un cigarrillo a media noche
y fumar mientras la vida se acaba
sin preocuparnos por un mañana
porque con usted a lado
               ya no
                         hay
                                nada.