Un "poema" un tanto personal...
Yo he visto, compañera,
como huye de tantas cosas,
y a la vez de ninguna
la he visto, por ejemplo,
huir de los autos y de los perros,
de la vulnerabilidad y del miedo,
del olor a muerte y del dinero.
Pero quisiera ofrecerle un trato,
sencillo y sincero
vayamos, compañera, al fin del mundo
pero vayamos despacio.
Y es que usted no sabe
cuan seguido allí me encuentro
despojado de todo en un momento
alejado de los desagradable.
Pero vayamos entonces
-y es que allí no hay nada-
ni autos, ni perros,
ni vulnerabilidad, ni miedo,
ni muerte, ni dinero.
Sencillamente se está solo
sólo con los recuerdos
y podremos, si así lo quieres,
encender un cigarrillo a media noche
y fumar mientras la vida se acaba
sin preocuparnos por un mañana
porque con usted a lado
ya no
hay
nada.