Hoy me desperté sin ganas de nada
sin ganas de despertar, de pararse,
de bañarse, de des-ayunar;
Sin ganas de viajar en un metro hacinado,
de llegar a clases podridas en una facultad drogada;
Sin ganas de risas o lágrimas,
sin ganas de un pulque
o una cerveza.
Me desperté sin ganas de verte,
sin ganas de sentir el tibio tacto de tu piel,
sin ganas de fumar a tu lado
en algún rincón perdido de la ciudad,
sin ganas de ver al mendigo
que me
ruega una moneda,
sin ganas de oler el smog de los autos
que me envenena los pulmones
Como esta
bacha,
Sin ganas de caminar calles merderas
llenas de asesinos y ladrones
disfrazados
de policías,
Sin ganas de gobernantes pendejos
que roban el dinero de mis bolsillos,
Sin ganas de ver a los conductores
arrollar lo que se les ponga enfrente
Sin ganas de oír la orquesta de
cláxones,
que perforan mis oídos
sin
sentido alguno.
Sin ganas de sentirse vivo,
sin ganas de ver a nadie,
ni
siquiera mi reflejo
o a la vecina en sus braguitas;
Sin ganas de platicar o de callar,
de ver noticias que mienten
ni leer novelas que sólo distraen,
Sin ganas de hojear el periódico
para ver cadáveres y putas
siempre
lo mismo
cadáveres y putas.
Sin ganas de tocar un instrumento,
ni de oír cualquier canción o de escribir una poesía.
Me desperté sin ganas de nada
y ya me despierto, me paro,
me baño y des-ayuno;
y viajo en un metro hacinado,
hacia clases podridas en…
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