Las bocas festejan su festín por
última vez mientras las cervezas se acaban y es que hoy sí, me gustas mucho, tú
y tu figura y esa botella en tu mano o ese cigarrillo que fumas despacio y que
te viene bien como tu edad, hoy sí me gustas mucho con tu cabello alborotado y
tus gafas extravagantes, con tus ideas existencialistas y tus dudas
existenciales, me gustas con tu escueto maquillaje y tu indiferencia frente al
mundo, me gustas con tus ganas de seguir bebiendo y de seguir charlando, me
gustas con tus silencios que no esconden nada y tus palabras que muestran todo,
me gustas con tu ropa desaliñada y tu bolso desordenado y lleno de libros, me
gustas porque pagas la segunda ronda y yo digo despacio que sí, me gustas
mientras te extiendo el fuego y lanzas una leve bocanada de humo, me gustas con
tus collares y tus aretes más enredados que mi cabeza, me gustas con tu alegría
de aparador que sacaste esta noche para fiestear, me gustas con tu sonrisa
profunda y misteriosa, me gustas mientras me dices ¿y ahora qué sigue? Y te
respondo que no sé qué siga mientras pienso que hace sólo un mes sabría qué
sigue y donde, me gustas con tu tibio reclamo que dice vete pero no te vayas
lejos, me gustas por tu sinceridad cortante y los vicios en que me iniciaste,
me gustas con tu frialdad que acoge a pesar de todo, me gustas con ese sabor a
alcohol en los labios y el olor del tabaco en tu pelo, me gustas con tus brazos
tan conocidos y nuevos, con tus susurros débiles en mi oído y tus ojos tan
profundos y serenos como el mar en el que duermo, sí, definitivamente me gustas
tanto esta noche, aunque nos corran del lugar o aunque tu mano ya no tome la
mía, aunque mañana no sé qué pasará, aunque siembres torpes ilusiones en las
afueras de la vida, aunque el frío nos embista a ambos y nos sepamos solos, aunque
las cervezas se tengan que terminar en algún momento y los cigarros se vuelvan
cenizas, pero quédate un momento más, dime adiós despacio para comprender, otro
momento porque aún no me creo todo esto, dame un poquito de tiempo para
entender como llegaste y como te vas, como me encontraste y como me dejas,
quédate un poquito que ya casi se consume mi cigarro, sólo un momento para
decirte adiós como se debe, quédate sólo un poco más que ya nada es seguro, y
entonces todo se junta en mi cuello y mejor beberse despacio el último trago
mientras cierro los ojos después de besarte, porque sé que está mal, pero tú
dime, a estas alturas ¿a quién le importa?
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