Estoy
en mi ventana escuchando al vagabundo cantar
Sumido
entre farolas siniestras mi cabeza se agobia
Sobre
un cuarto piso lejos de las miradas y los automóviles
Más
allá de la cortina el aire es veneno, en el televisor hay veneno,
Pues
la ciudad es cobardía, corrupción, dinero y veneno.
Verano
y la ciudad enfermó de enfermarme
Un
hombre se volvía 60 horas a la semana una máquina
Y
fue asesinándose hasta convertirse en papeles sucios
Después
de las 4 de la mañana sólo las entrañas siguen andando
Tránsito
silencioso debajo de la piel de piedra y electricidad
Las
calles quebradas resuenan a detonaciones y policías
Debajo
de neones parpadeantes las cortesanas ríen con disimulo
La
luna se escondió detrás de las antenas
Mientras
el humo respiraba en los balcones de la madrugada
Un
refugio secreto visible desde todo lo largo de la calle
Salir,
salir, salir, no vuelvas la mirada o se volverán sal tus ojos
No
vuelvas los pasos sobre tus huellas cansadas o tropezarás
No
vuelvas el rostro hacia la miseria o tendrás llanto todo el camino
Salir,
salir, salir, mis pies abandonan tus monolíticos rascacielos
Y
entre neurona y neurona resuena tibio el oleaje del mar
Estoy
en mi ventana del cuarto piso y el frío es una aguja triste
Estoy
en mi ventana del cuarto piso deslizándome al mar sin que nadie lo sepa
Estoy
en mi ventana del cuarto piso y el mundo es un caleidoscopio desenfrenado
Estoy
en mi ventana del cuarto piso en el que no sucede nada, ni siquiera el
silencio.
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